Nos encontramos inmersos en una etapa en que, los procesos de transformación digital, la actualización de nuestros procedimientos de trabajo y tramitación, así como la proliferación de fuentes de datos con las que interoperar, hacen que la gestión de los datos resultantes de dichos procesos se convierta en un pilar fundamental.
Estas nuevas ( y no tanto) e ingentes cantidades de información, no sólo nos plantean cuestiones a resolver a nivel de almacenamiento o soporte físico, que también, sino principalmente contar con un marco de trabajo que permita el aprovechamiento eficiente de estos recursos en beneficio de nuestro trabajo, convirtiendo estos datos en activos que nos permitan mejorar nuestra eficiencia y el servicio que ofrecemos desde nuestras organizaciones. En este contexto, comenzamos a tener cada vez más presente términos como el gobierno del dato (data governance, en inglés, también traducido en ocasiones como “gobernanza del dato”), pero ¿qué es exactamente dicho gobierno del dato?
Muchas veces cuesta definir algo en positivo, pero todos tenemos en mente lo que es el “desgobierno” del dato. Es habitual que contemos con capacidades analíticas, a nivel de herramientas y equipos, y que se generen informes y análisis por cada una de las secciones de nuestra organización. Es, desafortunadamente, muy habitual también, que se acabe “reprocesando” información de forma redundante, y, en el peor de los casos, se sigan definiciones y criterios de cálculo distintos, creando realidades analíticas paralelas, haciendo imposible contar con una visión única del conocimiento, y degradando el valor que los datos y su análisis nos ofrecen para nuestro desempeño (por no hablar de seguridad y cumplimiento normativo al respecto).
El marco de trabajo necesario , con los procesos, personas, recursos y herramientas que permitan evitar estas situaciones, aportándonos esa visión holística de la información, es lo que podemos llamar gobierno del dato.
Si buscamos concretar una definición podríamos hacerlo, simplificando, de la siguiente forma : “El gobierno del dato es la especificación de una serie de políticas entorno al dato, que serán aplicadas a través de procesos, roles y herramientas dedicadas a tal efecto. El objetivo de este marco de trabajo es poder gestionar de forma eficiente el ciclo de vida del dato, poder medir su calidad, accediendo al mismo de forma segura y controlada, asegurando, además, su correcta interpretación y utilización”.
Ya en esta definición podemos identificar distintas áreas o ámbitos de actuación sobre las que trabajaremos en el marco del gobierno del dato. Basándonos en estándares como Data Management Book of Knowledge (DMBOOK2), podemos identificarlas en el siguiente esquema:
- Metadatos (metadata, capa semántica), El término “capa semántica” se refiere a la capa que traduce la estructura física de los datos en la terminología de negocio, que resulta familiar y conocida por los usuarios de negocio. Su desarrollo y supervisión facilita la gestión del sistema por parte de los roles asociados.
- Calidad del dato (Data Quality), implica el desarrollo y aplicación de métricas que permitan garantizar la calidad de los datos ofrecidos por el sistema.
- Arquitectura (Data Architecture), estructura general de los datos y de los recursos relacionados como parte integral de la arquitectura de la solución.
- Almacenamiento y Operaciones (Data Storage & Operations), almacenamiento de datos estructurados, mecanismos de despliegue y administración de procesos de carga.
- Modelado de datos (Data Modeling & Design), contempla todas las tareas relacionadas con el diseño y construcción, así como el mantenimiento de aquellos procesos que alimentan nuestro repositorio de datos (Data Warehouse).
- Seguridad (Data Security), implementación de todos requisitos de seguridad y privacidad asociadas a los datos integrados en nuestro sistema. De especial relevancia de cara a cubrir los marcos normativos y esquemas de seguridad vigentes.
- Integración e Interoperabilidad (Data Integration & Interoperability), procesos de análisis de la adecuación de los datos a su uso previsto. Incluye todas tareas necesarias para su consecución, como puede ser la limpieza, transformación y enriquecimiento de los datos así como la integración de nuevas fuentes necesarias según el ámbito de análisis.
- Maestros y Referencia (Reference & Masterdata), creación de definiciones de datos maestros (comunes) que permita la reducción de redundancias en el sistema, fomentando una reutilización adecuada, redundando, por tanto, en la garantía una mejor calidad de los datos.
- DWH & BI (Data Warehousing & Business Intelligence), actividades asociados al acceso a los datos para su análisis, así como la generación de informes asociados a los mismos.
La aplicación y mantenimiento de estos ámbitos, y por ende el gobierno del dato dentro de nuestra organización, va a implicar la asignación de roles específicos que garanticen la ejecución de cada uno de los procesos asociados para consecución. Para ello deberemos contar con herramientas adecuadas que faciliten la labor de gobierno, de forma que pueda realizarse de forma eficiente.
Cuanto más nos ayuden, y más alineadas con el gobierno del dato se encuentren estas herramientas, redundará en reducir el esfuerzo necesario en su mantenimiento.
Contar con los procesos, así como la asignación de personas y las herramientas necesarias, apoyando nuestra estrategia de gobierno del dato, nos permitirá conseguir una visión holística del conocimiento, de forma que podamos asegurar la integridad de la información utilizada, cubriendo en cada momento las demandas reales de nuestra organización, haciendo del dato un activo que nos permita, no sólo mejorar nuestras capacidades de análisis, sino también la mejora en la eficiencia de nuestro día a día y añadir valor a todos los servicios que prestamos.